Tal vez prender y calentar el horno pueda tomar un poquito más de tiempo, al contrario de llenar con aceite una sartén, pero es un hábito que vale la pena. Las verduras, pollos, y pescados no solo tienen mejor sabor que al freírlos, sino que tienen menos aceite y, por consiguiente, menos grasa.
Un gran consejo: agrega la mitad de azúcar a todas tus recetas.
¿Estás preparando un pastel y la receta te dice que le eches 8 cucharadas de azúcar? ¿Qué tal si agregamos solo 4? Al final le puedes colocar frutitas encima si crees que le falta un poquito más de sabor.
Son altas en fibra, Omega-3, calcio, antioxidante y proteínas. También, cada semillita se expande cuando las comes, lo que quiere decir que sentirás menos apetito luego de comerlas y no tendrás necesidad de ir por el postre. Hasta se las puedes echar a un vaso con agua.
Acostumbrate a un café negro sin azúcar y sin leche.
Especialmente si eres una persona que consume café varias veces al día, de lo contrario estarás sumando más grasas y calorías vacías a lo que consumes diariamente y no es lo mejor para tu salud.
Si de plano no te agrada el café negro, o no te sientes con el valor para dar el paso tan rápido: cámbiate a la leche de almendra o soja. Otro truco es agregar un poquito de canela en polvo. La canela, además de darle un toque rico al café, te ayuda a controlar los niveles de colesterol.
Cada vez que te sea posible, hornea en lugar de freír.
Tal vez prender y calentar el horno pueda tomar un poquito más de tiempo, al contrario de llenar con aceite una sartén, pero es un hábito que vale la pena. Las verduras, pollos, y pescados no solo tienen mejor sabor que al freírlos, sino que tienen menos aceite y, por consiguiente, menos grasa.
Un gran consejo: agrega la mitad de azúcar a todas tus recetas.
¿Estás preparando un pastel y la receta te dice que le eches 8 cucharadas de azúcar? ¿Qué tal si agregamos solo 4? Al final le puedes colocar frutitas encima si crees que le falta un poquito más de sabor.
Cuando hablamos de enlatados, ensaladas en bolsas, comidas congeladas y de microondas. Todos estos alimentos contienen una gran lista de ingredientes y conservantes agregados que no suelen ser beneficiosos para la salud, esto sin hacer mención de las grandes cantidades de sodio y azúcar. Así que mejor apostar por lo más natural y sin aditivos.
Agrega semillas de chía a tus comidas.
Son altas en fibra, Omega-3, calcio, antioxidante y proteínas. También, cada semillita se expande cuando las comes, lo que quiere decir que sentirás menos apetito luego de comerlas y no tendrás necesidad de ir por el postre. Hasta se las puedes echar a un vaso con agua.
Acostumbrate a un café negro sin azúcar y sin leche.
Especialmente si eres una persona que consume café varias veces al día, de lo contrario estarás sumando más grasas y calorías vacías a lo que consumes diariamente y no es lo mejor para tu salud.
Si de plano no te agrada el café negro, o no te sientes con el valor para dar el paso tan rápido: cámbiate a la leche de almendra o soja. Otro truco es agregar un poquito de canela en polvo. La canela, además de darle un toque rico al café, te ayuda a controlar los niveles de colesterol.
Cada vez que te sea posible, hornea en lugar de freír.
Tal vez prender y calentar el horno pueda tomar un poquito más de tiempo, al contrario de llenar con aceite una sartén, pero es un hábito que vale la pena. Las verduras, pollos, y pescados no solo tienen mejor sabor que al freírlos, sino que tienen menos aceite y, por consiguiente, menos grasa.
Un gran consejo: agrega la mitad de azúcar a todas tus recetas.
¿Estás preparando un pastel y la receta te dice que le eches 8 cucharadas de azúcar? ¿Qué tal si agregamos solo 4? Al final le puedes colocar frutitas encima si crees que le falta un poquito más de sabor.
Se ha dicho toda la vida que los refrescos o gaseosas no son más que envases llenos de azúcar. Si deseas tomar algo que te quite la sed y te refresque, pero que no esté lleno de calorías, azúcar, ni colorantes: prueba el agua con gas saborizada, con lo cual lograrás que tu cuerpo se mantenga más hidratado, sin mencionar que es un hábito más saludable.
Consume pedazos de fruta con tu agua.
Esta es la mejor manera de darle un giro a tus bebidas, ya que estarás tomando agua (que es algo necesario en tu día a día), consumiendo frutas, y mejorando el sabor del líquido.
Dile adiós a la comida procesada.
Cuando hablamos de enlatados, ensaladas en bolsas, comidas congeladas y de microondas. Todos estos alimentos contienen una gran lista de ingredientes y conservantes agregados que no suelen ser beneficiosos para la salud, esto sin hacer mención de las grandes cantidades de sodio y azúcar. Así que mejor apostar por lo más natural y sin aditivos.
Agrega semillas de chía a tus comidas.
Son altas en fibra, Omega-3, calcio, antioxidante y proteínas. También, cada semillita se expande cuando las comes, lo que quiere decir que sentirás menos apetito luego de comerlas y no tendrás necesidad de ir por el postre. Hasta se las puedes echar a un vaso con agua.
Acostumbrate a un café negro sin azúcar y sin leche.
Especialmente si eres una persona que consume café varias veces al día, de lo contrario estarás sumando más grasas y calorías vacías a lo que consumes diariamente y no es lo mejor para tu salud.
Si de plano no te agrada el café negro, o no te sientes con el valor para dar el paso tan rápido: cámbiate a la leche de almendra o soja. Otro truco es agregar un poquito de canela en polvo. La canela, además de darle un toque rico al café, te ayuda a controlar los niveles de colesterol.
Cada vez que te sea posible, hornea en lugar de freír.
Tal vez prender y calentar el horno pueda tomar un poquito más de tiempo, al contrario de llenar con aceite una sartén, pero es un hábito que vale la pena. Las verduras, pollos, y pescados no solo tienen mejor sabor que al freírlos, sino que tienen menos aceite y, por consiguiente, menos grasa.
Un gran consejo: agrega la mitad de azúcar a todas tus recetas.
¿Estás preparando un pastel y la receta te dice que le eches 8 cucharadas de azúcar? ¿Qué tal si agregamos solo 4? Al final le puedes colocar frutitas encima si crees que le falta un poquito más de sabor.
La granola suena súper natural, y sí, es bastante beneficiosa, ya que es un alimento alto en fibra y hierro. A pesar de eso, también trae endulzantes y varias calorías. Hay otros alimentos que puedes probar y que resultan más beneficiosos sin lugar a duda, como la avena.
En vez de comprar salsa para pasta ya envasada, preparala en casa.
La mayoría de los aderezos empaquetados cuentan con una cantidad enorme de azúcar añadida entre sus ingredientes, a lo que se le suman grandes cantidades de sodio y aceites que no son muy saludables.
Por otra parte, las salsas preparadas en casa saben mejor, son más auténticas, y no solo pueden ser más sanas, sino económicas.
Elige agua con gas, y deja de lado las gaseosas.
Se ha dicho toda la vida que los refrescos o gaseosas no son más que envases llenos de azúcar. Si deseas tomar algo que te quite la sed y te refresque, pero que no esté lleno de calorías, azúcar, ni colorantes: prueba el agua con gas saborizada, con lo cual lograrás que tu cuerpo se mantenga más hidratado, sin mencionar que es un hábito más saludable.
Consume pedazos de fruta con tu agua.
Esta es la mejor manera de darle un giro a tus bebidas, ya que estarás tomando agua (que es algo necesario en tu día a día), consumiendo frutas, y mejorando el sabor del líquido.
Dile adiós a la comida procesada.
Cuando hablamos de enlatados, ensaladas en bolsas, comidas congeladas y de microondas. Todos estos alimentos contienen una gran lista de ingredientes y conservantes agregados que no suelen ser beneficiosos para la salud, esto sin hacer mención de las grandes cantidades de sodio y azúcar. Así que mejor apostar por lo más natural y sin aditivos.
Agrega semillas de chía a tus comidas.
Son altas en fibra, Omega-3, calcio, antioxidante y proteínas. También, cada semillita se expande cuando las comes, lo que quiere decir que sentirás menos apetito luego de comerlas y no tendrás necesidad de ir por el postre. Hasta se las puedes echar a un vaso con agua.
Acostumbrate a un café negro sin azúcar y sin leche.
Especialmente si eres una persona que consume café varias veces al día, de lo contrario estarás sumando más grasas y calorías vacías a lo que consumes diariamente y no es lo mejor para tu salud.
Si de plano no te agrada el café negro, o no te sientes con el valor para dar el paso tan rápido: cámbiate a la leche de almendra o soja. Otro truco es agregar un poquito de canela en polvo. La canela, además de darle un toque rico al café, te ayuda a controlar los niveles de colesterol.
Cada vez que te sea posible, hornea en lugar de freír.
Tal vez prender y calentar el horno pueda tomar un poquito más de tiempo, al contrario de llenar con aceite una sartén, pero es un hábito que vale la pena. Las verduras, pollos, y pescados no solo tienen mejor sabor que al freírlos, sino que tienen menos aceite y, por consiguiente, menos grasa.
Un gran consejo: agrega la mitad de azúcar a todas tus recetas.
¿Estás preparando un pastel y la receta te dice que le eches 8 cucharadas de azúcar? ¿Qué tal si agregamos solo 4? Al final le puedes colocar frutitas encima si crees que le falta un poquito más de sabor.
Los aderezos que se pueden encontrar en los supermercados están llenos de grasas saturadas, sodio, azúcar, calorías, y exactamente todo lo que sería preferible no consumir cuando se intenta llevar una dieta sana.
Es recomendable acostumbrar al cuerpo a comer más saludable, sin disfrazar el sabor de los alimentos. Una ensalada con aceite de oliva, sal y limón es una delicia.
Consume más avena y un poco menos de granola
La granola suena súper natural, y sí, es bastante beneficiosa, ya que es un alimento alto en fibra y hierro. A pesar de eso, también trae endulzantes y varias calorías. Hay otros alimentos que puedes probar y que resultan más beneficiosos sin lugar a duda, como la avena.
En vez de comprar salsa para pasta ya envasada, preparala en casa.
La mayoría de los aderezos empaquetados cuentan con una cantidad enorme de azúcar añadida entre sus ingredientes, a lo que se le suman grandes cantidades de sodio y aceites que no son muy saludables.
Por otra parte, las salsas preparadas en casa saben mejor, son más auténticas, y no solo pueden ser más sanas, sino económicas.
Elige agua con gas, y deja de lado las gaseosas.
Se ha dicho toda la vida que los refrescos o gaseosas no son más que envases llenos de azúcar. Si deseas tomar algo que te quite la sed y te refresque, pero que no esté lleno de calorías, azúcar, ni colorantes: prueba el agua con gas saborizada, con lo cual lograrás que tu cuerpo se mantenga más hidratado, sin mencionar que es un hábito más saludable.
Consume pedazos de fruta con tu agua.
Esta es la mejor manera de darle un giro a tus bebidas, ya que estarás tomando agua (que es algo necesario en tu día a día), consumiendo frutas, y mejorando el sabor del líquido.
Dile adiós a la comida procesada.
Cuando hablamos de enlatados, ensaladas en bolsas, comidas congeladas y de microondas. Todos estos alimentos contienen una gran lista de ingredientes y conservantes agregados que no suelen ser beneficiosos para la salud, esto sin hacer mención de las grandes cantidades de sodio y azúcar. Así que mejor apostar por lo más natural y sin aditivos.
Agrega semillas de chía a tus comidas.
Son altas en fibra, Omega-3, calcio, antioxidante y proteínas. También, cada semillita se expande cuando las comes, lo que quiere decir que sentirás menos apetito luego de comerlas y no tendrás necesidad de ir por el postre. Hasta se las puedes echar a un vaso con agua.
Acostumbrate a un café negro sin azúcar y sin leche.
Especialmente si eres una persona que consume café varias veces al día, de lo contrario estarás sumando más grasas y calorías vacías a lo que consumes diariamente y no es lo mejor para tu salud.
Si de plano no te agrada el café negro, o no te sientes con el valor para dar el paso tan rápido: cámbiate a la leche de almendra o soja. Otro truco es agregar un poquito de canela en polvo. La canela, además de darle un toque rico al café, te ayuda a controlar los niveles de colesterol.
Cada vez que te sea posible, hornea en lugar de freír.
Tal vez prender y calentar el horno pueda tomar un poquito más de tiempo, al contrario de llenar con aceite una sartén, pero es un hábito que vale la pena. Las verduras, pollos, y pescados no solo tienen mejor sabor que al freírlos, sino que tienen menos aceite y, por consiguiente, menos grasa.
Un gran consejo: agrega la mitad de azúcar a todas tus recetas.
¿Estás preparando un pastel y la receta te dice que le eches 8 cucharadas de azúcar? ¿Qué tal si agregamos solo 4? Al final le puedes colocar frutitas encima si crees que le falta un poquito más de sabor.
Los yogures con sabores contienen muchísima más azúcar, calorías, y colorantes. Por su parte, el yogurt plano, como no espera impresionar a nadie, es la opción más saludable con menos ingredientes y mucha menos azúcar.
Si prefieres darle un toque dulce, agrégale miel, granola o frutas picaditas. Tu cuerpo te lo agradecerá.
Hay que tener en cuenta que un adulto saludable debe consumir como máximo de 26 a 34 gramos de azúcar.
Comer más que esto puede llevar a la obesidad, diabetes y otros problemas de salud. Y lo creas o no, muchas veces podemos consumir más que lo recomendado con solo una comida.
Elige el chocolate negro por encima de los demás
A diferencia del chocolate de leche, el chocolate negro cuenta con mayor cantidad de cacao puro, tiene menos grasa, y lo mejor es que está lleno de nutrientes que benefician a tu cuerpo.
Hay que asegurarse de consumir solo aquellos que contengan más de 65% de cacao y siempre de manera moderada.
Preparar los aderezos para ensalada en casa.
Los aderezos que se pueden encontrar en los supermercados están llenos de grasas saturadas, sodio, azúcar, calorías, y exactamente todo lo que sería preferible no consumir cuando se intenta llevar una dieta sana.
Es recomendable acostumbrar al cuerpo a comer más saludable, sin disfrazar el sabor de los alimentos. Una ensalada con aceite de oliva, sal y limón es una delicia.
Consume más avena y un poco menos de granola
La granola suena súper natural, y sí, es bastante beneficiosa, ya que es un alimento alto en fibra y hierro. A pesar de eso, también trae endulzantes y varias calorías. Hay otros alimentos que puedes probar y que resultan más beneficiosos sin lugar a duda, como la avena.
En vez de comprar salsa para pasta ya envasada, preparala en casa.
La mayoría de los aderezos empaquetados cuentan con una cantidad enorme de azúcar añadida entre sus ingredientes, a lo que se le suman grandes cantidades de sodio y aceites que no son muy saludables.
Por otra parte, las salsas preparadas en casa saben mejor, son más auténticas, y no solo pueden ser más sanas, sino económicas.
Elige agua con gas, y deja de lado las gaseosas.
Se ha dicho toda la vida que los refrescos o gaseosas no son más que envases llenos de azúcar. Si deseas tomar algo que te quite la sed y te refresque, pero que no esté lleno de calorías, azúcar, ni colorantes: prueba el agua con gas saborizada, con lo cual lograrás que tu cuerpo se mantenga más hidratado, sin mencionar que es un hábito más saludable.
Consume pedazos de fruta con tu agua.
Esta es la mejor manera de darle un giro a tus bebidas, ya que estarás tomando agua (que es algo necesario en tu día a día), consumiendo frutas, y mejorando el sabor del líquido.
Dile adiós a la comida procesada.
Cuando hablamos de enlatados, ensaladas en bolsas, comidas congeladas y de microondas. Todos estos alimentos contienen una gran lista de ingredientes y conservantes agregados que no suelen ser beneficiosos para la salud, esto sin hacer mención de las grandes cantidades de sodio y azúcar. Así que mejor apostar por lo más natural y sin aditivos.
Agrega semillas de chía a tus comidas.
Son altas en fibra, Omega-3, calcio, antioxidante y proteínas. También, cada semillita se expande cuando las comes, lo que quiere decir que sentirás menos apetito luego de comerlas y no tendrás necesidad de ir por el postre. Hasta se las puedes echar a un vaso con agua.
Acostumbrate a un café negro sin azúcar y sin leche.
Especialmente si eres una persona que consume café varias veces al día, de lo contrario estarás sumando más grasas y calorías vacías a lo que consumes diariamente y no es lo mejor para tu salud.
Si de plano no te agrada el café negro, o no te sientes con el valor para dar el paso tan rápido: cámbiate a la leche de almendra o soja. Otro truco es agregar un poquito de canela en polvo. La canela, además de darle un toque rico al café, te ayuda a controlar los niveles de colesterol.
Cada vez que te sea posible, hornea en lugar de freír.
Tal vez prender y calentar el horno pueda tomar un poquito más de tiempo, al contrario de llenar con aceite una sartén, pero es un hábito que vale la pena. Las verduras, pollos, y pescados no solo tienen mejor sabor que al freírlos, sino que tienen menos aceite y, por consiguiente, menos grasa.
Un gran consejo: agrega la mitad de azúcar a todas tus recetas.
¿Estás preparando un pastel y la receta te dice que le eches 8 cucharadas de azúcar? ¿Qué tal si agregamos solo 4? Al final le puedes colocar frutitas encima si crees que le falta un poquito más de sabor.
Sigue estos útiles consejos y come más saludable todos los días.
Es preferible consumir frutas enteras, en vez de tomar jugos.
Cuando en vez de comer la fruta directamente, consumimos jugos, perdemos las fibras y la mayoría de nutrientes que son los que se encuentran en su pulpa y piel.
Toma yogurt natural, sin sabores adicionales.
Los yogures con sabores contienen muchísima más azúcar, calorías, y colorantes. Por su parte, el yogurt plano, como no espera impresionar a nadie, es la opción más saludable con menos ingredientes y mucha menos azúcar.
Si prefieres darle un toque dulce, agrégale miel, granola o frutas picaditas. Tu cuerpo te lo agradecerá.
Hay que tener en cuenta que un adulto saludable debe consumir como máximo de 26 a 34 gramos de azúcar.
Comer más que esto puede llevar a la obesidad, diabetes y otros problemas de salud. Y lo creas o no, muchas veces podemos consumir más que lo recomendado con solo una comida.
Elige el chocolate negro por encima de los demás
A diferencia del chocolate de leche, el chocolate negro cuenta con mayor cantidad de cacao puro, tiene menos grasa, y lo mejor es que está lleno de nutrientes que benefician a tu cuerpo.
Hay que asegurarse de consumir solo aquellos que contengan más de 65% de cacao y siempre de manera moderada.
Preparar los aderezos para ensalada en casa.
Los aderezos que se pueden encontrar en los supermercados están llenos de grasas saturadas, sodio, azúcar, calorías, y exactamente todo lo que sería preferible no consumir cuando se intenta llevar una dieta sana.
Es recomendable acostumbrar al cuerpo a comer más saludable, sin disfrazar el sabor de los alimentos. Una ensalada con aceite de oliva, sal y limón es una delicia.
Consume más avena y un poco menos de granola
La granola suena súper natural, y sí, es bastante beneficiosa, ya que es un alimento alto en fibra y hierro. A pesar de eso, también trae endulzantes y varias calorías. Hay otros alimentos que puedes probar y que resultan más beneficiosos sin lugar a duda, como la avena.
En vez de comprar salsa para pasta ya envasada, preparala en casa.
La mayoría de los aderezos empaquetados cuentan con una cantidad enorme de azúcar añadida entre sus ingredientes, a lo que se le suman grandes cantidades de sodio y aceites que no son muy saludables.
Por otra parte, las salsas preparadas en casa saben mejor, son más auténticas, y no solo pueden ser más sanas, sino económicas.
Elige agua con gas, y deja de lado las gaseosas.
Se ha dicho toda la vida que los refrescos o gaseosas no son más que envases llenos de azúcar. Si deseas tomar algo que te quite la sed y te refresque, pero que no esté lleno de calorías, azúcar, ni colorantes: prueba el agua con gas saborizada, con lo cual lograrás que tu cuerpo se mantenga más hidratado, sin mencionar que es un hábito más saludable.
Consume pedazos de fruta con tu agua.
Esta es la mejor manera de darle un giro a tus bebidas, ya que estarás tomando agua (que es algo necesario en tu día a día), consumiendo frutas, y mejorando el sabor del líquido.
Dile adiós a la comida procesada.
Cuando hablamos de enlatados, ensaladas en bolsas, comidas congeladas y de microondas. Todos estos alimentos contienen una gran lista de ingredientes y conservantes agregados que no suelen ser beneficiosos para la salud, esto sin hacer mención de las grandes cantidades de sodio y azúcar. Así que mejor apostar por lo más natural y sin aditivos.
Agrega semillas de chía a tus comidas.
Son altas en fibra, Omega-3, calcio, antioxidante y proteínas. También, cada semillita se expande cuando las comes, lo que quiere decir que sentirás menos apetito luego de comerlas y no tendrás necesidad de ir por el postre. Hasta se las puedes echar a un vaso con agua.
Acostumbrate a un café negro sin azúcar y sin leche.
Especialmente si eres una persona que consume café varias veces al día, de lo contrario estarás sumando más grasas y calorías vacías a lo que consumes diariamente y no es lo mejor para tu salud.
Si de plano no te agrada el café negro, o no te sientes con el valor para dar el paso tan rápido: cámbiate a la leche de almendra o soja. Otro truco es agregar un poquito de canela en polvo. La canela, además de darle un toque rico al café, te ayuda a controlar los niveles de colesterol.
Cada vez que te sea posible, hornea en lugar de freír.
Tal vez prender y calentar el horno pueda tomar un poquito más de tiempo, al contrario de llenar con aceite una sartén, pero es un hábito que vale la pena. Las verduras, pollos, y pescados no solo tienen mejor sabor que al freírlos, sino que tienen menos aceite y, por consiguiente, menos grasa.
Un gran consejo: agrega la mitad de azúcar a todas tus recetas.
¿Estás preparando un pastel y la receta te dice que le eches 8 cucharadas de azúcar? ¿Qué tal si agregamos solo 4? Al final le puedes colocar frutitas encima si crees que le falta un poquito más de sabor.
