Si comienzas a practicar deportes o haces ejercicio físico, puede que sientas dolor al cabo de unas horas y esto puede durar algunos días. Dado que los ligamentos, tendones y músculos no se utilizan con frecuencia, esto ocasiona dolor muscular luego del esfuerzo físico. Esta molestia puede afectar a un área pequeña o a todo el cuerpo y puede ser leve o bastante intensa. Afortunadamente, existen muchas formas de mitigar o aliviar este dolor.
En Superbar, queremos brindarte una variedad de opciones para eliminar o reducir el dolor muscular causado por el ejercicio. De esta manera, solo necesitas concentrarte en tu programa de entrenamiento.
1. Utiliza un rodillo de espuma
Los rodillos de espuma son excelentes para mantener los músculos relajados porque ayudan a aliviar las áreas de dolor más comunes como las pantorrillas, la espalda baja y los isquiotibiales. El rodillo debe deslizarse sobre el músculo, aplicando suficiente presión para liberar el punto de tensión. Puede usarse como calentamiento y / o incorporarse a la rutina de estiramiento después del ejercicio físico para prevenir calambres.
2. Sumérgete en agua con sal de Epsom
El baño con sulfato de magnesio o sal de Epsom ayuda a los músculos a recuperarse. Se recomienda disolver la sal en la bañera con agua caliente y sumergirse entre 15 a 20 minutos.
3. Cómete una banana
Las bananas aportan al cuerpo carbohidratos, potasio y vitaminas. Según un estudio, esta fruta puede defender naturalmente contra el dolor y la inflamación, y también puede ayudar a los atletas a recuperarse más rápido después del ejercicio físico.
4. Aplica hielo
Para tratar el dolor muscular, se puede utilizar frío o calor, según cuán reciente sea el dolor. Es mejor usar bolsas de hielo en lesiones nuevas. Estas lesiones pueden provocar inflamación en la zona afectada, por lo que el frío puede actuar como agente antiinflamatorio al reducir el flujo sanguíneo.
5. Aplica una bolsa con agua caliente
En relación con el punto anterior, el calor puede aliviar el dolor crónico causado por ejercicio físico intenso o recurrente. Los dos métodos de tratamiento también se pueden alternar, primero terapia de frío y luego de calor.
6. Haz una recuperación activa
El entrenamiento por intervalos consiste en realizar un calentamiento, un ejercicio de alta intensidad, un ejercicio de recuperación de intensidad moderada y un período de enfriamiento. Este tipo de entrenamiento te mantendrá activo en todo momento, pero variando la intensidad del ejercicio. Por ejemplo, después de correr, puedes recuperarte con una caminata lenta.
7. Incorpora los días de descanso
Después de un ejercicio intenso, los músculos pierden líquidos, por lo que necesitan descansar para repararse. Los días de descanso dependerán del tipo de entrenamiento. Si ejercitas grupos de músculos en diferentes días, puedes dejar de 1 o 2 días de recuperación. Por otro lado, si trabajas todo el cuerpo, lo mejor es descansar de 3 a 4 días para recuperarte por completo.
8. Come sanamente
Varios estudios han concluido que una dieta saludable puede reducir la inflamación y ayudar a restaurar músculos, ligamentos y tejidos. Una buena dieta incluye frutas, verduras, cereales y aceites. Recuerda evitar comer alimentos procesados porque contienen mucha azúcar y poco valor nutricional.
9. Prepárate para una ducha alternando frío y calor
La hidroterapia, el uso de agua en diferentes formas y a diferentes temperaturas, tiene efectos positivos en el sistema del cuerpo humano. Tras diversos estudios, se concluyó que alternar agua fría y caliente en la ducha puede ayudar a aliviar el dolor, mejorar el sistema inmunológico, prevenir enfermedades pulmonares y reducir la ansiedad, entre otros beneficios.
¿Qué deporte practicas? ¿Qué métodos usas para aliviar el dolor muscular?