Suena la alarma, pero sientes que no es suficiente, entonces presionas «pausa» o «repetir», y luego pasan 5, 10, 30 minutos. El tiempo extra puede sentirse bien en el momento, pero los expertos del sueño creen que este hábito puede ser perjudicial para tu descanso.
En este SuperBlog te explicamos por qué no debes posponer el despertador a la mañana y cómo puedes mejorar tus hábitos de sueño.
La trampa de pausar tu alarma para “descansar más”
Asumiendo que es una mañana normal, debes prepararte para la tarea del día; sin embargo, si eres como la mayoría de las personas, definitivamente necesitarás la ayuda de una alarma para despertarte. Sin embargo, este sonido infernal no es suficiente para levantarte de la cama de inmediato, por lo que decides posponer la alarma, lo que solo toma cinco minutos o más.
Lo que quizás no esperes es que estos minutos adicionales de sueño no te ayuden a aumentar tu energía, al contrario, te harán sentir cansado por el resto del día. El simple hecho de despertarse y volverse a dormir hará que nuestro cerebro reinicie el ciclo del sueño. Este sueño discontinuo no es tan reparador como el sueño continuo y puede causar un deterioro relacionado con la somnolencia durante el día.

Cuando nos dormimos, pasamos por múltiples fases para ayudar a garantizar el descanso físico y mental. Despertar en cada una de ellas atrae diferentes consecuencias psicológicas. Por ejemplo, despertarse en una etapa temprana llamada sueño de ondas lentas aumenta el riesgo de mareos, especialmente relacionados con la disminución del estado de alerta y la concentración.
Además, presionar repetidamente el botón de repetición es una forma de crear un estrés innecesario en el sistema nervioso simpático, el cual es responsable de regular funciones involuntarias, como los reflejos y las respuestas a estímulos que considera peligrosos (por ejemplo, ese sonido horrible que detiene tu sueño abruptamente). Ahora piensa en el efecto que se acumularía con cada día o incluso años que mantengas este hábito.
El cuerpo se prepara para despertar
El cuerpo humano tiene un reloj natural bastante preciso llamado ciclo circadiano. Le gusta el ritmo y lo previsible, así que una hora antes de despertarse comienza a prepararse. El sueño se vuelve más ligero, la temperatura corporal aumenta y las hormonas encargadas de dar energía se liberan.
Si tu alarma suena y tu cuerpo no está listo para despertarse, entonces el resultado es que se sentirá agotado, lo que probablemente lo tentará a posponer la alarma. Sin embargo, como ya hemos visto, esto dará lugar a un círculo vicioso que te hará volver a entrar en un estado de sueño profundo, dificultando la recuperación por completo.
Esta sensación de despertar, pero sin sentirnos “completamente humanos”, se llama inercia del sueño. Sus manifestaciones son desorientación y mareos, así como disminución del rendimiento causada por una sensación de pesadez, que también se ve muy afectado por la duración y profundidad del sueño previo.
Cómo mejorar nuestros hábitos de sueño
Hay varias formas de descansar mejor. Lo importante es ayudar a nuestro cerebro a formar una rutina, cuando nos despertamos a las 7:00 y el día siguiente a las 7:30, no lo estamos beneficiando.
Algunos consejos que podemos seguir son:
- Dile adiós al botón para suspender la alarma, solo pospondrás lo inevitable y aumentarás la presión para despertar.
- Si sigues sin poder despedirte del botón de pausa, no te duermas y esperes a que vuelva a sonar la alarma. Lo mejor es tratar de mantenerte despierto y aceptar la idea de que cuando la alarma vuelva a sonar, debes levantarte.
- Establece un programa de sueño con horarios fijos y cuida que sea útil. Controla la comodidad de la cama y que la temperatura e iluminación en la habitación sean las adecuadas.
- Después de despertarte, evita revisar tu teléfono en busca de correos electrónicos, mensajes nuevos o notificaciones de redes sociales, ya que es demasiado temprano para la presión de una bandeja de entrada llena.
- Hacer ejercicio puede ayudarte a dormir lo suficiente, pero no lo hagas muy cerca de la hora de ir a la cama, ya que eso pone a tu cuerpo en alerta y le dificulta conciliar el sueño.
- No lo tomes a la ligera y haz del sueño una prioridad. Esta es una forma de cuidar nuestro bienestar y salud en general.


Si eres una de las personas que tiene que presionar el botón de repetición una y otra vez antes de levantarte todos los días, tal vez sea el momento de revisar tus hábitos de sueño y ver qué se puede mejorar.
Por lo tanto, la próxima vez que suene la alarma, piénsalo dos veces antes de pausarla y volver a dormir, lo mejor es reunir todas tus fuerzas y levantarte en ese momento para comenzar un nuevo día.
¿También tienes la costumbre de posponer el despertador? ¿Cuántas veces lo pospones antes de levantarte?